jueves, 24 de julio de 2014

Nada que hacer



Siendo aun muy crío practiqué calculo diferencial en los mismos pupitres en los que Eva dibujaba corazones con nombres que nunca coincidían con el mío.
     Ya en el instituto, me volqué en el estudio de la alteración del estado de los cuerpos mientras ella experimentaba en el suyo las caricias de unas manos que jamás me pertenecieron.      
     Incluso ahora, recién doctorado en física, sigo estancado y, por más que lo intento, soy incapaz de dar con la fórmula mágica que me permita siquiera rozar su corazón.    

   

Microrrelato con el que participo en el concurso de esta semana de Radio Castellón de la Cadena Ser (500 caracteres máximo y la inclusión obligatoria de la frase: "Fórmula mágica").

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