Me pareció extraño que te fijaras en mí y más raro todavía que vinieras a casa. El apartamento, poco dado a conquistas, te recibió con recelo.
Puse un disco de Sade y, crecido, bajé la luz del salón. Tú, con la sonrisa de un ángel y la camisa diabólicamente abierta me ofreciste el vino con el que brindamos.
Del resto de la noche recordaré, siempre, el color negro de tu ropa interior y nada más. Del día siguiente nunca olvidaré la peor resaca de mi vida y la sorpresa al despertar con esta cicatriz.
Microrrelato con el que participo en el concurso de esta semana de Radio Castellón de la Cadena Ser (500 caracteres máximo y la inclusión obligatoria de la frase: "Peor resaca").
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